Con una satisfacción para toda la vida
19 ago 2016
La mexicana Guadalupe González se va de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 con una medalla de plata en los 20 kilómetros y la satisfacción que será para toda la vida, ya que el trabajo que hizo día con día lo demostró con el resultado ante las mejores del mundo.
Comentó que fue un fuerte trabajo que hizo en esta competencia y en ningún momento estaba segura de tener la medalla porque todas estaban peleando adelante con la chinas, y sabía que si se doblegaba, en cualquier momento quedaba fuera del podio.
“Haber peleado 19 kilómetros fue difícil, se me fue en los últimos dos segundos, me duele un poco pero estoy consciente de que di todo y no traía más. Estuve peleando con las chinas siempre, fue muy complicado y admiro su forma de competir de ellas, las tres son muy fuertes, pero teníamos que sacar también nosotras la casta por México. Ir adelante, por lo menos sabía que lo intenté y si no lo intentaba, me hubiera sentido un poco mal conmigo misma”, indicó.
Expuso que llegar a la meta fue muy difícil pero “si disfrute todo, mucho dolor en todo el cuerpo, dolor porque se me fue por nada, pero contenta y satisfecha con todo lo que hice”.
Desconoce si continuará en este deporte debido a que trae arrastrando algunas lesiones. “No me molesta en competencia, sino todos los días es un trabajo distinto, no sé que sigue mañana, pero tengo que hacer una valoración médica total para ver si puedo seguir en este nivel”.
Y es que en el 2014 quedó fuera de los Juegos Centroamericanos de Veracruz por lesión en los lumbares, “una lesión que quedó crónica, ese dolor ya no desaparece, simplemente es tolerable y ese es uno de los dolores que me merma un poco, pero trabajo con eso, aprender a vivir con dolor. El dolor es temporal y la satisfacción es para toda la vida”.
Agregó que un año más tarde, después de los Juegos Panamericanos en Toronto 2015, no pudo asistir al Campeonato Mundial, porque tenía una sensación en la pierna derecha, por lo que fue ahí donde perdió la oportunidad de competir con la más fuertes.
“Era la oportunidad, no se me dio hasta este año en Roma donde me aventé y dije porque no intentarlo, ellas son fuertes trabajan muy bien en equipo, tienen lo mismo que yo, dos piernas, dos brazos y un corazón. Simplemente me aventé”.
Señaló que la medalla es para toda la gente que la apoyo, para el país, además de dedicársela a su entrenador, porque el trabajo que hizo fue pensando en llegar a este momento, también es para su familia y cuerpo técnico que todos los días estuvieron con ella.
Lupita se colgó la medalla de plata en los 20 kilómetros y con este resultado se convirtió en la primera mujer mexicana en hacerlo y segunda para el atletismo nacional en lograr una presea, después de la velocista Ana Gabriela Guevara, en Atenas 2004.