Demita Vega busca en Río escribir su historia
13 jul 2016
Para Demita Vega, el haber conseguido la clasificación a los Juegos Olímpicos Río 2016 con dos años de antelación, fue un bálsamo de tranquilidad que le devolvió la certeza de poder concentrarse en su preparación, y no volver a repetir la historia de Londres 2012 cuando por haberlo dejado al último, se esfumó la posibilidad.
Por eso, a 100 días de la justa brasileña, la velerista recuerda con vehemencia la manera de como logró la calificación y desde luego, ser la primera deportista del país en obtener ese privilegio.
“El Mundial de Santander 2014 era el más importante del ciclo por repartir las primera plazas para los Juegos Olímpicos, y era importante para mi clasificar en el primer intento”, mencionó.
Detalló que antes del Mundial se enfocó al 100 por ciento a cumplir con esa meta, ya que hace cuatro años por dejar la clasificación al final de la temporada, no pudo hacer realidad el sueño de acudir a Londres 2012.
“Porque el hecho de haber dejado al final mi clasificación de Londres 2012 en el último Mundial provocó que no clasificará, y era algo que no quería que se volviera a repetir en esta ocasión”, agregó.
Así que el trabajo lo intensificó en el 2013. Su misión estaba enfocada al siguiente año en el Mundial de Santander, España, donde debía pasar una serie de dificultades climatológicas para cumplir con el objetivo. Al final de la competición, hizo realidad su sueño de acudir a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Con el objetivo cumplido, Vega de Lille sintió un alivio. Sin embargo, también sufrió la necesidad de mantener el nivel competitivo para no perder ese cupo olímpico que le había costado esfuerzo, entrega y sacrificio conseguirlo. En las justas subsecuentes cumplió con ese valor deportivo y fue en la Copa del Mundo de Miami, Estados Unidos de este año, cuando el lugar se lo adjudicó de manera oficial. Era sólo un trámite que debía cumplir.
Ahora, la competidora y especialista en windsurf, señaló que llegará mejor preparada y con más experiencia a Río 2016. “Siento que acumulé la experiencia necesaria para poder hacerlo bien, nuestro deporte es de mucha experiencia, nosotros estamos jugando contra el viento y buscamos dominarlo.
Me siento con el conocimiento necesario para hacer un súper papel. Creo que solo me falta aplicar en conjunto todo lo que sé, porque a veces estoy bien físicamente, pero no tanto técnicamente, o viceversa. Combinar todas mis cualidades que estén en su mejor nivel y siento que lo voy a lograr para Río”.
Demita busca tener un buen recuerdo de su competencia en Río 2016 y “esa es como que mi principal meta, recodar con satisfacción los Juegos, que sea con alegría de que realmente di todo de mí y que ha finalmente, salido algo bueno. Espero disfrutar estos Juegos y hacer un buen papel”.
Demita Vega aseguró que la sensación de vivir en el mar cada competencia y sentirse libre, es algo indescriptible que sólo su deporte lo brinda, además de tener la oportunidad de entrenar acompañada por ballenas, delfines, mantarrayas y hasta tiburones, lo cual considera un privilegio.
“Cuando estoy en el mar, la sensación más prevaleciente es de libertad. Estás en total contacto con la naturaleza y siento como si me recargará energéticamente, como que la energía del mar me envuelve y me recarga”, mencionó.
Las experiencias que ha vivido en el mar, muchas veces no han sido planificadas porque “muchas veces salimos a entrenar y te encuentras con ballenas , delfines o mantarrayas, a veces hasta tiburones. Son experiencias muy bonitas y en el entrenamiento también hay cosas padrísimas, y más cuando vas mejorando, pues te van saliendo cosas que has practicado durante meses”.
Demita Vega es perseverante y gracias al trabajo y el deseo por mejorar, ha podido cumplir con las metas que se traza para escalar posiciones en la vela nacional e internacional.
“Inicie en la vela gracias a que mi tío Raúl me enseñó. Era un deporte me que llamaba mucho la tensión, le pedí que me enseñará y esa fue la enseñanza de mi vida. Ha sido un deporte que me ha dejado muchas satisfacciones y retribuido muchísimo más de lo que yo haya invertido. Mi tío fue competidor de windsurf, seleccionado para los Juegos Olímpicos Barcelona 92, desafortunadamente no lo enviaron”, indicó.
La cozumeleña tiene cinco hermanos y es la única que se dedica al deporte, pese a una de sus hermanas jugó mucho tiempo futbol con ella.
“Mi mamá es cozumeleña y mi papá de la Ciudad de México, siempre me han apoyado desde el inicio de mi carrera. Cuando ellos vieron el gusto y felicidad que me daba la práctica de mi deporte, decidieron apoyarme para que practicara el deporte; ahora ya a nivel competitivo, es algo que les da mucha satisfacción”, contó.
De chica fue una niña con muchas aptitudes académicas “no tanto aptitudes deportivas”, por lo cual fue una sorpresa para todos cuando clasificó a sus primeros Juegos Olímpicos, pues nadie se lo esperaba.
“Era una chica bastante sobreprotegida que sentía mucha libertad cuando iba al mar. Creo que ahí nace tanto contacto con el mar y descubrí el deporte del windsurf que te da un contacto con la naturaleza tan directo como muy pocos deportes lo pueden dar, fue algo que me llenó mucho, fue esa parte que me faltaba de explorar, de querer hacer muchas cosas, y esas me las dio mi deporte”, indicó.
Para Demita Vega, la parte más importante de su vida y carrera deportiva es su entrenador Adrien Gaillard. “Lo conocí cuando él era competidor en una competencia que hubo en Italia, los dos fuimos para participar, era muy bueno y yo muy mala, a partir de ahí establecimos contacto”.
Luego vino el Campeonato Mundial 2006 y asistió como su entrenador y a partir de ese momento comenzó a trabajar con ella, después se convirtió en su pareja y desde entonces ha tenido una evolución profesional, deportiva y como pareja. En un futuro le gustaría formar una familia.
Ahora la velerista está a unos meses de su segunda experiencia olímpica. Primero fue Beijing 2008 donde probó ser olímpica, Londres 2012 se le escapó y ahora Río 2016 le significa escribir una nueva historia.